Confianza en el fútbol

Aumenta tu Confianza

Cómo Aumentar Tu Confianza En Ti Mismo Y En Tus Habilidades

La confianza en el fútbol significa tener una visión positiva de ti mismo como jugador y una fuerte creencia en tu capacidad de rendimiento , al mismo tiempo eres capaz de identificar objetivamente tanto tus fortalezas como tus debilidades. 

Ganar confianza en el fútbol proviene de la preparación física y mental, además de la autorregulación de sus pensamientos y diálogo interno. 

Para muchos jugadores, aprender a aumentar su confianza en el campo de fútbol puede parecer una búsqueda interminable e infructuosa. No es raro que la falta de confianza en sí mismo de un jugador persista y tenga un impacto negativo en su juego durante años. Veamos cómo podemos cambiar eso.

Para muchos jugadores, descubrir cómo ganar confianza en el fútbol puede parecer una búsqueda interminable y dificultosa.  No es raro que la falta de confianza en sí mismo de un jugador persista y tenga un impacto negativo en su juego durante años. Lo más probable es que esto se deba a que no existe una manera directa y fácil de simplemente «tener más confianza»; muchos jugadores no saben qué hacer para superar esto o cómo aumentar su confianza.

Primero, ¿qué significa exactamente tener confianza en el fútbol? La confianza es tener una visión positiva de ti mismo como jugador de fútbol y una fuerte creencia en tu capacidad de desarrollo , al mismo tiempo que eres capaz de ver objetivamente tanto tus fortalezas como tus debilidades.

En estos artículos veremos los siguientes apartados:

Vamos a ello, primer apartado ¿Por Qué A Los Futbolistas Les Falta Confianza?

Cuando tienes una buena confianza en ti mismo en el campo, ​​confías más en tu juego y habilidades para jugar mejor, crees en tí mismo y sabes que tienes lo que se necesita para ejecutar e interpretar el juego en situaciones de alta presión. 

Muchas cosas pueden contribuir a la baja confianza en uno mismo o a la pérdida de confianza (volver a jugar después de una gran lesión, perfeccionismo deportivo poco saludable , miedo al fracaso, etc.) pero en este artículo nos vamos a centrar en una cosa: las expectativas. Y específicamente las expectativas que tienes de ti mismo, ya sabes, las que son tan increíblemente altas que no hay forma de que puedas cumplirlas de manera consistente. 

LAS  EXPECTATIVAS  Y CÓMO SE RELACIONAN CON LA CONFIANZA

Recientemente asistí a un congreso de mentalidad deportiva y escuché a un entrenador de rendimiento mental y ex entrenador de fútbol en la Universidad Americana, hablar sobre la relación entre las expectativas y la confianza. Tenía muchas cosas buenas e importantes que decir: así es como definió las expectativas en relación con el fútbol:

«Las expectativas son juicios y demandas que colocas en tu desempeño en relación con los resultados o sus resultados».

Algunos ejemplos más comunes que los jugadores tienen de sí mismos son marcar un gol en cada partido o desempeñarse impecablemente y no equivocarse. Otro ejemplo común para los jugadores de fútbol base que buscan ser ojeados por equipos de primera División o el fracaso, lo que significa que sienten que necesitan formar parte de un equipo nivel superior o, de lo contrario, parecen que está fracasando y no tuvieran suficiente nivel.

Tener metas muy altas y expectativas poco realistas es a menudo la fuente de la falta de confianza. ¿Por qué? Porque cuando tus expectativas son muy altas, es casi seguro que no las alcanzarás en múltiples momentos. Y cuando no estás a la altura de tus (imaginadas y altas) expectativas de ti mismo, te sientes inadecuado, te sientes como un fracaso y NO CREES EN TI MISMO. Es decir, no hay confianza. 

Cuanto más pesadas son las expectativas, más se siente presionado para desempeñarse . Las expectativas pueden ser tan grandes a veces, que la presión y la ansiedad siguen aumentando y aumentando, de repente te asustas y pierdes toda tu confianza y creencia en tu habilidad de una sola vez. Aquí es cuando ocurre el agotamiento. Esto es cuando los jugadores dejan el fútbol. 

No poder cumplir con sus propias expectativas de perfección en el campo de fútbol también puede conducir a pensamientos negativos y perjudiciales que reducen aún más su confianza. Los jugadores son a menudo su propio peor enemigo en el campo de fútbol, ​​ellos mismos sabotean su desempeño al dejar que los pensamientos negativos y perjudiciales corran sin control en su cabeza. Estos son algunos ejemplos de mentalidades contraproducentes que pueden interponerse en su camino y perjudicar su juego:

Cómo ganar confianza en el fútbol es algo difícil de entender, ya que la falta de confianza o la pérdida de confianza tiene muchos orígenes diferentes y cada jugador individual ha tenido su propia experiencia única. Cuando se trata de aumentar la confianza en el fútbol, ​​existe el consejo habitual: «¡practica más!» o «¡simplemente cree en ti mismo!» ambos son buenos, sí, pero cuando vives profundamente en la mentalidad de baja confianza, este consejo poco específico no siempre es el más útil o inspirador. 

En el siguiente articulo hablaré sobre una de las principales razones POR LAS QUE TÚ en sí mismo puedes estar sufriendo un golpe, y le brindaremos herramientas reales y tangibles que puedes tomar de este articulo y usar en el campo para comenzar a sentirte y jugar con más confianza en tiempo corto.

¡¡Papá, Mamá!!, quiero ser futbolista.

Es el momento que aparecen las dudas de cómo plantearle a tu hijo como quiere tomarse el fútbol, si realmente está ilusionado, se lo pasa bien, le gusta a ir a entrenar, si aprende y evoluciona y como enfoca los partidos. Entonces es cuando según la edad que tenga tendrás que plantearle y plantearte como gestionar esa afición o talento, si realmente juega por pasárselo bien y divertirse o lo enfoca a conseguir su sueño.

¡¡Papá!!, ¡¡ Mamá ¡! quiero ser futbolista.

Uno de los mayores errores que cometemos los padres, es que cuando hemos decidido que juegue al fútbol, inmediatamente nos convertimos en entrenadores, directores técnicos y representantes, interponiendo muchos de nuestros pensamientos y acciones en medio de su diversión o deporte.

Imaginemos nosotros que todo el día estuvieran en nuestro trabajo nuestros hijos diciéndonos que tenemos que hacer, corregirnos continuamente, o simplemente dándonos sus opiniones sobre si está bien o no lo que hacemos.

¿Qué les diríamos?

» Es como si los acompañamos a la escuela y nos metemos a dar clase de matemáticas con su profesora». ¿Lo hacemos?

Solo nos quieren como padres, no como entrenadores, ni representantes, quieren que las apoyemos sin tener esa presión ante un posible fallo ante nosotros, ellos saben perfectamente cuando juegan bien y sobre todo que han fallado, o si su equipo ha ganado o ha perdido, no necesitan que se lo recordemos, simplemente buscan a sus padres o madres para darle un abrazo o un gesto de aprobación de que se lo ha pasado muy bien.

Otro momento de dudas para nosotros y debemos estar preparados es cuando les llega la tentación de abandono.

» perdemos muchos partidos » » me canso mucho» «el entrenador no me valora» » ya no me gusta o no me divierto» “no tengo la confianza suficiente”

Siempre hay un motivo para abandonar, porque según haya decidido jugar al futbol por diversión o por conseguir su sueño debemos estar ahí para hacerle ver el esfuerzo y el sacrificio por parte de todos que requiere jugar al fútbol o querer ser futbolista, entrando en juego los valores que queramos que entren en acción con esa decisión.  Tocándonos de nuevo decidir, si hacerle ver que no se rinda por lo que quiere o si realmente no la hace feliz y ver que ese no es lo que buscaba, retomando de nuevo desde un principio y descubrir que es lo que desea sin dar saltos bruscos de lo que sueña o lo que quiere en esos momentos pasajeros.

A estas alturas debemos tener claro que les ayudaremos en lo que necesiten, para que hagan lo que realmente les haga felices y no hagan lo que nosotros queremos porque simplemente somos mayores que ellos o entendamos algo más de futbol por la práctica que hacemos, experiencias que hemos tenido o simplemente por verlo por la televisión que nos hace entrenadores desde casa.

Un buen entorno familiar, el disfrutar con sus amigos, buena formación y no buscar los resultados en edades tempranas, hará que lo que un día empezó como una diversión, nos haga estar más cerca de verlo como futbolista según de lo que pensemos nosotros de lo que significa el éxito o no.

Así cada vez que entren a un vestuario a vestirse de futbolista para su partido, y los veamos en un campo de juego disfrutar pese al resultado, debemos entender que estamos en el camino correcto y orgullosos como padres y madres de ver a nuestros hijos como futbolistas y como serán mejores persona por todos los valores que se le está aportando desde que nos planteó; ¡¡QUIERO SER FUTBOLISTA!!